Nuestros olivares están localizados en las montañas de Esparta, en donde se lleva acabo el cultivo desde hace muchos años.
La cultura de montaña hace imposible sustentar el riego de árboles. Esto hace que las raíces penetren más profundamente en el suelo para sobrevivir, recolectando los nutrientes que proporcionan a nuestro aceite de oliva y a nuestras aceitunas las características particulares que las hacen únicas.
Estos elementos y características le han valido a nuestros olivares el nombramiento de Denominación de Origen Protegida.